URANO

El estudioso estima el alcance. La curva vocal sangra el elemento 92, al lecho. Bajo cobija el letal silencio empobrecido. Disminuida a bruma, la cavidad del esqueleto recibe su acuosa espiral, el oráculo del diámetro.

El gesto resuma sobresaltos, revueltas de crucigrama. Encogido, un vórtice traslucido muerde el escaque negro. Del filoso diente la ácida condensación, el rastro de burbuja, su cavitación.

La mirada tuerce proa al pétalo de nube. Cuadros blancos la diagonal fallida que conduce a la estrella, su convexión. Los vapores de hierro elevan la lluvia de razón. El monosílabo misterio en sigilo cierra la pregunta sobre la concavidad del matras, la malla donde prenderán respuestas. La fórmula sentencia lacerante.

Todos estos, los trastrocamientos que emanan desde la punta grafito que sostiene sin temblor, el representante de la ciencia.
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En la imagen: La castración de Urano por Cronos, fresco de Giorgio Vasari y Cristofano Gherardi, 1560 (Sala di Cosimo I, Palazzo Vecchio, Florencia)

ISLANDIA

En su garganta, la garra del león blanco obturada. El iluso forja su anotación, toma la muestra de dióxido de azufre. La chimenea hace señal de ataque. El monje de la ciencia enuncia el obvio dictamen vulcanológico. Ácida, la fumarola advierte.

Se forma el cerco del ruego. El repertorio de dioses acude a mirar el espectáculo en primera fila. La grieta vomita el pulso de magma sofocante. Ruge líquida la piedra, rocía el hálito de basalto, la lluvia de tefra. La colada lastra, devora. Su rostro escupe el trago piroclástico, nauseabundo. La columna eruptiva sacude la cabellera ceniza. Un nuevo dios asciende al cráter desde el festín de lavas.
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En la imagen: Fotografía del proceso eruptivo del volcán Hekla de Isalndia ocurrida en 1991, fenómeno que coincidió con la aparición de las auroras boreales.

CASA EN VENTA

"Hemos venido a la Plataforma Wilkins para verla morir"
David Vaughan

Mi casa enferma. Mi casa de jardines y agua. Mi casa azul, rodante, por la galaxia, intoxicada. Hoy su lengua antártica, al sur de todo, desgaja icebergs al Mar de Belinghausen. La banquisa crece, el ganado salvaje de los hielos muge. Lo ha visto el ojo metálico de Hespérides, de primera fila. La oreja de Terrasar lo escucha en su órbita de asombro. Lo he visto yo, sentado en mi butaca, por la ventana cuadrada. La masa desprende gélidos bordes filosos de apocalipsis. Mi casa enferma se ve derretirse: un miembro amputado, un trozo blanco del cuerpo.

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En la imagen: fotografía de un desprendimiento de la "Plataforma Wilkins" en la península antártica.

TSUNAMI

Ruge el tigre de agua. El ojo del pez tigre levanta su parpado. La garra del felino desgaja la cavidad marina, eleva la montaña mar sobre la costra. El zarpazo engendra su desprendimiento de ola gigante, el colmillo del tigre.

Ha ocurrido. La mordida late.

TRANSFISIONES

Y estamos acá, como resultado de la colisión con lo otro, por un impacto de algo.
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En la imagen: Fotografía del Hubble, tomada el 1 de abril de 1995. Esta imagen de estructuras en forma de pilares en la Nebulosa del Águila, es conocida como los “Pilares de la creación”. Crédito: Jeff Hester y Paul Scowen (Arizona State University), y NASA/ESA

OM

Bahía del silencio

Allá, el punto azul donde colapsan las almas
sumergido.

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En la imagen: "Excellent Italian Greyhound" 4to album del grupo Rock Los Shellac.

ATOLÓN

Devastador, el destino impone un tono.

Toca su trompeta a fondo.
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En la imagen: Atolón de Faugutau

TACHONES

"Así no avanzarás

a la poesía

hay que desmembrarla"

Cinzia Ricciuti

Elimina los adjetivos, los verbos, las tetas, el contoneo de las caderas. Indica tu cédula de identidad, el tipo de sangre [en letra de molde] y táchalos. Niégate. Con la hojilla rebana el dedo que escribe. Renuncia a la verdad del aforismo. Cástrate. Absorbe el pronombre innecesario.

Sólo los labios, para sorber el aliento.

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En la imagen: un textchón del artista español Millán, al cual denominó "(progresión negativa/2)"

FUGA

Rebota la luna, carne de animal que somos. Asalta la locura, hielo y afecto. El sinsentido rodea la cúspide de la cosa. Su dedo de récord apunta al mentón de dios. El gusano busca la guarida afrutada, donde mano y boca procuran. En fuga, semilla y estrella, siguen el curso de una geometría. Revelados los cálculos, la proa al punto de los orígenes. Allí, germen y vacío.
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Composite Image Credit: T.A. Rector, I.P. Dell'Antonio, NOAO, AURA, NSF

CAVITACIÓN

Bruscamente la estela de gas. Una onda cabalga la lágrima. Algunas disipan su corriente, chocan. La gota en erosión arranca la capa de oxido. En la férrea molécula, una debilidad. La grava golpea la máquina que eres. La hélice resiste su filo, ruido y vibración. El vapor retorna a líquido de manera súbita, aplastándose. Las cavidades implotan. Crece el foco de burbujas. La corrosión hace el llamado inapelable. Acudes. Horada tu superficie.

Al final de todo, aceptas.

CONTRICIÓN

pero el intentar

lo soporta

Ania Varez

Se muerden, se dan de puñetazos, se gritan los improperios. Desean irreductiblemente la muerte del otro, el rigor de los trastocamientos. Los que quedan, deliran silencio de ausentes.

Después de todo, después, el hombre se reconoce en el otro y acepta, aunque tardíamente, sus diferencias también.

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[La imagen: fotografía del hongo provocado por la bomaba lanzada en Hiroshima el 06 de agosto de 1945]

[Documental sobre el lanzamiento de la bomba en Hiroshima el 06 de agosto de 1945 ]

DECAIMIENTOS

En la resaca, algo convoca. Toda alegría lleva marca de dolor. Aún estremece la ventana cerrada, en rutina de eclipse sobre sí misma. Pende la herida, desemboca su ráfaga rosa, palabras en caída como arena., Sangra la máscara al asir, el gesto de párpado que ríe.

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[Fotografía de Jiri Ruzek]

SOMBRA

Llevo el registro, negro, de la forma que me sigue aún sin quererlo. La que pretende pintarme nunca acierta la silueta. Intento ayudar. Hago la morisqueta rutinaria con que procuro repetirme para vivir, y silente, escucho el desacierto que me nombra cada vez.

Con paciencia de condenados, en terca marcha ambos.

LABERINTO

Camino de olfato discurre el instinto. Torpe, el cuerpo en la vía que conduce al muro, zigzaguea. Sospecha la rendija, puede verse aguardando ser atravesada. Intenta la vertiente, en el fondo luminoso la pregunta late su curva.

El último grano de tiempo repite el ritual. Lo vasto aproxima su joroba nocturna. Cada bocanada en que insiste, cúmulo de abismo. Tal vez todo aclare en la muerte, es la promesa.

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[La imagen: de la obra "Superficie" del artista argentino Julio Le Parc]

PARADISE

Hambrientos de reposo: Eva en su andar, Adán la sigue todavía. Reptan sobre la esfera. Reniegan. Cerrada la puerta de tiempo. Así la ley en la caja. Muta y permanece.

PAGODA

La torre de ocho bordes posa su vértice de misterio en el ojo. Nada es extraño, ni la pregunta. La misma sin respuesta en los rollos de la ley desde el inicio del conteo. Así en An Quang, en Daqin, en Toji, en el gran Templo de Jerusalén, en San Pedro, o en el patio de los naranjos de la Mezquita de Córdoba. Sin embargo, seguimos en la hélice la traza de los enigmas. Anhelamos sujetar el aullido estepario que logre llevar palabra a destino, aunque nos sepamos en caída al abismo.

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[En la fotografía, la Pagoda de Kyoto, Japón]

GRABADOS

Una línea en mi mano crece saludable como rastro intoxicante. Atraída por signos camina, la muerte le abre su boca. Puedo verme en la grieta vasta, pez de palabra desbordada que ahoga. En la geométrica arruga de la red trabado. En la abertura que apacigua el sudor de este asombro insurgente y crucial donde a veces, un poema cae saturado de espacio y pulsátil mira, dicta frágil el tono donde hemos de cavar para el refugio de escampar silencio. Rasgadura en que crezco, fiera sacrificial.

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[La imagen: "Manos dibujándose", litografía, 1948 de M.C. Escher ]

REFLEJOS

Tal como se es, dentro de la banda, retenidos por el nervio de la inercia. Todo sujeta a su estado, ata a él. Cada cosa se intenta, constriñe el mundo a su forma.

La causa que ha de movernos quebrantará los límites invisibles en la franja. Lo llamaremos predestinación. Su fuerza abrirá la fisura. Lo que no somos ha de emerger.

Del velamen solar, el frágil vaivén de cuerpo a su destino. Nos inventaremos. Su escucha flotante, la imagen del espejo cambiará.

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[La imagen: "Mano con globo reflectante", 1935, litografía, de M.C. Escher]

CANCERBERO

Estamos aquí, para sostener el espejo

Leonardo González Alcalá

Ese acierto o fracaso lleva rostro. Inexorable vigila. Torcer el modo de mirarme he querido No reconocer el incoloro semblante sobre el arco que sostienes.

Sin dudarte me repites. La misma incertidumbre contigo.

En la cara primigenia aquella perplejidad subrayada sobre la noche que nos escupe y desde el perfil un mandato: no ser capaces de leernos en los ojos próximos.

Amarillenta, la hoja recuenta el defecto que somos. Frágiles nos confirma. Inútilmente evado la piedra que tropezaste. Imploro mutar.

Anónimo y de guardia signas el vacío. Nuevamente tu corno da la orden de cómo errar.
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[La imagen: detalle del mosaico romano de "Los doce trabajos de Liria" en el MAN, Madrid]

CAMPÁNULA

El acompasado ritmo cesa, se ha roto el eslabón de respiración. En el altar de la mastaba el cascarón, bajo la piedra más pesada, para no olvidar.

Pero caerá polvo de tiempo sobre el nombre y extinguirá la sed.

MUTACIONES

En el ciclo las transformaciones. La regla según la cual, violentada por azar. Al accidente de otra cosa salta. La dimensión que separa devela.

El chorro de arena desgrana la pelvis. En el ecuador se propaga esperma. Una mancha blanca que escurre, abre en sed la horizontal entraña corrugada.

Será lo otro, lo que espera. Tal vez regrese la catana, no la noche del filo. Transmutar el sino. Lo que no estaba, cambia sin límite. Abandónate.

OBI

Atados al círculo, al régimen de atracción, apretado ofrece el lazo, la ligadura. La críptica dovela que intentamos remover para saltar, sustenta y ahoga. Secuestrados de la nada, tal vez la rueda de corte troquele nuestro aliento adherido. Desnudos no sobrevivimos.

Nada vale atar o desatar el obi.

HOYO EN UNO

Aguarda en silencio el próximo golpe. Saltará la esfera, resoplará. Suspensos, brazo y cadera en péndulo. El ojo en el arco de las trayectorias. Su cuerpo obediente, satelital, al césped. O a la playa, sacrílega aridez de la arena. Tal vez en este turno, el hueco.

ESPIRÁCULO

Abre el centro, estático. Toma la circundante sombra. Inhala el halo oscuro. Irrádiate tiniebla. Tiembla. En la lengua, el sórdido líquido que has de beber. Persuade de ocaso a tu ojo. Cúbrete en la capa de la noche, la caja de todos. Exhala el aliento que apaga el faro, la mecha de tu parecer transmutado humo. Una palabra del silencio saltará a la punta, en plegaria, bajo ráfaga. Despójate. Es hora de las variaciones.

PERMUTACIONES

Que no cese la disonancia de tu esfuerzo. Sumerge, en el húmedo hueco tu voz. Come el rastro de la roca. Escupe futuro. Gime por tu ausencia y permuta. El ojo ha de medir el orden. Cada día lo nuevo a lo antiguo reza el conjuro de los cambios. Posa tu cuerpo de lava, parpadea. La grieta abrirá su caparazón. Habrás de recoger secretos, porque una huella requiere esfuerzo. Bebe cada sorbo como el último. Sobre la cima gotea el fruto a tu boca. Una ley de azar nos oprime, la ruleta golpea su número, debajo tú. En el disco el ciclo de los reflejos, el halo de suerte en la superficie de vacío, Creemos leer, pero signos reposan sobre la pared. Oye, el lamento de las transformaciones.

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[La imagen: "Serie reencuentro con paisaje 1", acrilico sobre tela del artista venezolano Hugo Barroeta]